Poema del día de la madre

  AMOR DE MADRE.

ABRÍ LOS OJOS EN NUEVO CIELO,

LLEGUÉ, COMO LLEGA ALGÚN RETOÑO

A ECHAR RAÍZ EN NUEVO SUELO:

DESNUDO, ARROPADO POR UN SUEÑO.

DEJÉ EL CÁLIDO APOSENTO,

TU VIENTRE BENDECIDO, DIVINO SENO,

PARA ACOGERME EN EL REGAZO SANTO

QUE ARRULLÓ MI CUERPO BLANQUECINO.

BUSQUÉ ENTRE LA BRUMA EN MI MIRADA,

CON LAS ANSIAS DE UN ÁRBOL DE SU FLOR,

AL ÁNGEL QUE SABÍA ME AGUARDABA,

Y EN LA ESPERA ME HABLABA CON AMOR.

ENCONTRÉ TUS OJOS, DOS LUCEROS

RELUCIENDO CON LÍMPIDOS DESTELLOS,

QUE AHUYENTARON MIS MIEDOS TEMPRANEROS

Y ENLAZARON MI DESTINO AL DE ELLOS.

¡CUÁNTO AMOR EN TU MIRADA!

¡QUÉ TERNURA EN TUS PALABRAS!

SEMEJABAS UNA LUNA ILUMINADA

DE TAN LINDA QUE ESTABAS.

TU SONRISA APERLADA ERA CARICIA

QUE MI LLANTO ACALLABA,

Y TUS BRAZOS UN LAGO DE DELICIA

DONDE FELIZ RETOZABA.

PASADOS YA MUCHOS SOLES CON SUS LUNAS,

CON MILLARES DE TUS BESOS EN MI PIEL,

CON CARICIAS DE TUS MANOS INFINITAS,

Y TORRENTES DE TUS MIRADAS DE MIEL;

CUANDO PEINO YA, LAS CANAS,

SIGO SIENDO, MADRE AMADA,

SÓLO UN NIÑO CON LAS GANAS

DE TUS CUENTOS EN MI ALMOHADA;

DE TUS LABIOS EN MIS LÁGRIMAS,

DE TUS MANOS JUGUETEANDO EN MIS CABELLOS...

DE TU AMOR DE MADRE, PORQUE AMAS,

COMO NADIE EN LA HISTORIA DE LOS CIELOS.